Buenos Aires: Tierra de nadie
POESÍA
Malena Fangmann Florit
11/22/20211 min read


Me da pudor escribir sobre lo triste
que estoy a veces.
La gente me mira
después de leerme,
como si no fuese la misma
mujer que hoy
persevera | y triunfa
acá parada
o de rodillas
haciéndole frente a tanto miedo.
Como si mi cara
en retaguardia
sobre el cemento
no se estuviera prendiendo
a fuego lento;
y de resto, soy sólo brazas.
Quisiera preguntarles
a los que se espantan
apenas por un
yuyo
mal sembrado
entre tantas otras plantas:
¿Cómo salen a la calle
en pleno Buenos Aires?
Los días populares
cantan más alto
cuando el cielo nos tiñe
de un violeta grisáceo
y el paisaje
se vuelve un sólo grito banal,
insípido
como un panal
en plena guerra.
Lo acostumbrado
en nuestra tierra
(tierra de nadie)
es lo que está mal soldado.
Lo que nos escupe el piso,
y lo que se nos traga la cordillera
de tu espalda
amarga.
La cordillera que nos separa
y la misma que nos entrelaza
entre un día y una noche
sin disfraces ni ropa estirada.
Estoy triste de vez en cuando,
de canto en canto.
Estoy triste
al final del mes,
cuando todo lo bueno ya no es
y fue tan pero tan bueno
que la única forma de sucederlo,
es caminando
paso a pasito
hacia el otro extremo
que nunca me defrauda.
Nunca me deja las manos hervidas
en tanques de melamina.
Ni las encías rojas
escupiendo sangre y agua.
La tristeza nunca me llama
aunque tampoco se hace desear
por cientos de años
para volvernos a ver,
y enternecidas entre tanto llanto
volvernos a abrazar.
La gente me mira
y no me queda más que respirar
como nunca antes haya respirado.
Respirar profundo,
y acariciar mi pecho con tus dedos
llenándome de aire.
Sólo respirando me deshago
de las miradas que me clavan,
las que nos apuñalan.
Respiro
y las tiro a la basura.
Y respiro más profundo
para poder seguir triste
un rato más
antes de vestirme
y salir a caminar
por nuestro Buenos Aires
siempre invernal.
GIROS
Giros nace a comienzos de 2021, cuando la primera etapa de una joven cuarentena ya había pasado y sólo quedaba la incertidumbre de ver el mundo desde nuestras pantallas, un mundo en el que todo tenía una fecha de vencimiento cada vez más corta. Con la convicción contraria de la inmediatez y a partir de las obras de artistas sin los contactos necesarios para participar en los grandes medios, Giros publica su primera edición en febrero de ese mismo año.
Fundada por Gonzalo Selva (estudiante de cine), a los pocos meses se incorporan al equipo Joaquín Montico Dipaul (oriundo de Ingeniero White) y Gala Semich Álvarez (Licenciada en Letras).
Después de un año y medio Giros construye una comunidad y brinda la posibilidad a escritores, periodistas, ilustradores, poetas, fotógrafos de publicar sus primeras (segundas, terceras y cuartas) obras.
Giros busca ser un espacio para todo aquel que tenga algo para decir o mostrar.
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