Las realidades y la alienación
Ahí, en la plazoleta República de Paraguay, cambiándome de banco para que me diera más de lleno el sol, pensé en la Realidad, en las realidades y en la alienación.
ENSAYO
Gala Semich Álvarez
7/23/20225 min read


Fui a la plazoleta República de Paraguay un miércoles soleado y frío. Me senté en uno de los bancos con la intención de leer y escribir. Al lado mío había unas tipas altísimas. Envidié un poco la vista que tendrían los edificios a mi espalda. Durante el tiempo que estuve leyendo y escribiendo una señora hizo ejercicios con su personal trainer, unos chicos en el balcón de la escuela de enfrente le pidieron a un señor que les pasara una pelota de tenis y al segundo le decían que la dejara, otra señora pasó con un carrito de bebé, un chico meditaba en el pasto y muchos, muchos perros chiquitos se saludaban y movían la cola. Ahí, en la plazoleta República de Paraguay, cambiándome de banco para que me diera más de lleno el sol, pensé en la Realidad, en las realidades y en la alienación.
Hace poco escribí sobre los cuentos y las películas de Martín Rejtman. Los personajes en sus historias están atados a una única realidad. Es la realidad del día a día, de lo cotidiano, de hacer todo el tiempo las mismas cosas. Esa lógica la reproduce la forma en que están escritos los cuentos y las películas. Puede ser que algo irrumpa en esa monotonía pero lo que pasa con esa irrupción es que no genera ningún cambio profundo en la rutina de los personajes. En Dos disparos, que no es un cuento sino una película, un chico intenta suicidarse y no puede. Los personajes reaccionan (más o menos) pero tampoco demasiado. Al final, la sensación es que no termina pasando nada. Marx usa el concepto de la alienación para describir el estado en el que se encuentran los trabajadores dentro del sistema capitalista. Los trabajadores están alienados por el trabajo, porque no son conscientes de que el empleador los explota, y que su salario nunca representa el valor real del trabajo que realizan. El trabajador está alienado porque su producto se separa de él para convertirse en mercancía, de la cual nunca obtendrá él la ganancia. En Rejtman no sé si hay una falta de conciencia sobre el lugar que ocupan en la realidad; quizás en el fondo lo sepan, pero lo que pasa es que hay un sentimiento de resignación, de no poder salir de ese lugar al que parece que han sido destinados a pertenecer para siempre. Si en Rejtman la alienación se da por una única realidad monótona, imposible de modificar, en Dick a los personajes los aliena la multiplicación de las realidades, las realidades que cambian constantemente, un cambio incontrolable. En Rejtman los personajes no tienen nada fuera de control, todo lo que pasa es viable en esa realidad, pero es justamente eso lo que los aliena, la monotonía, la exactitud exasperante con la que pasan las mismas cosas todos los días. El día, pensado como algo único, una unidad, se transforma en algo general; un día son todos los días.
Los libros de Dick son más o menos parecidos, o tratan más o menos los mismos temas: la religión, las drogas, la superposición de la realidad y la ficción. En Ubik, hay un personaje, el empresario Glen Runciter, que supuestamente muere en una explosión en la Luna, mientras todos sus empleados quedan vivos. Pero más adelante en la novela los demás personajes empiezan a recibir mensajes de Runciter, algunos incluso bastante morbosos. Aparecen grafitis, pintadas en baños, notas en paquetes de cigarrillos, todas firmadas por Glen Runciter. Uno de esos mensajes es el título que Emmanuel Carrère, con otra traducción, le puso a su libro sobre Dick: “todos ustedes están muertos. Yo, vivo”. La Realidad, así con mayúscula, entonces ya no es única como en Rejtman, se multiplica, es monstruosa como los espejos y la cópula en Tlön. La realidad en Dick es monstruosa porque se multiplica pero también porque hace desaparecer el número de los hombres, los distorsiona, los confunde, hace que irrumpan cosas de otro tiempo, mezcla las líneas temporales. La explosión que supuestamente mata a Glen Runciter genera un cambio en la temporalidad y objetos de principios del siglo XX empiezan a aparecer en la línea temporal de los personajes, ubicada a principios de la década del 90. No se sabe quién está muerto y quién está vivo: hay tramos de Ubik en los que los personajes piensan que Glen Runciter en realidad está vivo y simplemente los está molestando, enviándoles mensajes raros para volverlos locos. Hay otros tramos, en cambio, en los que los personajes realmente dudan, piensan si no estarán ellos muertos y vivo Runciter. En Dick las realidades superan a los personajes. Las realidades los exceden, están fuera de su control. Surgen, se reproducen, los confunden, los hacen estar en varias realidades al mismo tiempo.
En Rejtman los personajes fuman marihuana constantemente; hay un cuento en el que el protagonista fuma para evadirse del pianista del piso de arriba, y se obsesiona con esa variedad de marihuana cuando la dealer de la que la consiguió desaparece. Prueba muchas otras pero ninguna le sirve. En mi cuento favorito de Dick, "La fe de nuestros padres", que transcurre en la China comunista, el gobierno pone en el agua corriente una droga alucinógena que hace que la gente vea a Mao como una persona, cuando en realidad es un monstruo parecido a Terminator. Las drogas tienen un funcionamiento doble: por un lado, ayudan a evadirse de realidades indeseadas, como en Palmer Eldritch. Los colonos que viven en Marte, una vida aburridísima y deprimente, consumen una droga que los traslada a un mundo de miniaturas en la que por un rato son Barbie y Ken. Pero entonces las drogas también son monstruosas, como los espejos y la cópula. No solo multiplican el número de hombres y de todo lo demás, sino que multiplican la Realidad. Lo que se plantea como una salida a esa realidad indeseada, deprimente, horrible, no hace más que llevar al extremo ese procedimiento por el cual la Realidad ya no es una, única, sino que es muchas al mismo tiempo. Las drogas sirven para evadirse de la multiplicidad incontrolable de realidades, pero genera nuevas realidades al mismo tiempo. Hay otro problema con las drogas, y eso en Ubik y en Palmer Eldrich está muy claro. Cada capítulo de Ubik empieza con una especie de publicidad de Ubik, un producto que toma miles de formas y sirve para todo, siempre dentro de un aerosol. Lo podés usar para sacarte el mal aliento pero también para darle más sabor a la comida. Otro ejemplo, al principio del capítulo cinco: “Tomado según las instrucciones, Ubik alivia en escasos segundos la jaqueca y el dolor de estómago. Tenga siempre Ubik a mano. Evite su uso prolongado”. Ubik también funciona como una droga. Sirve para muchas cosas, no se sabe bien qué es y su uso prolongado genera dependencia. El efecto de las drogas dura poco, salvo que sea suministrada constantemente como en La fe de nuestros padres. Dura poco y después la confusión es peor, porque así lo sienten los personajes de Palmer Eldritch. No saben dónde están, si siguen en ese mundo de miniaturas o no. En Rejtman hay una realidad única, demasiado controlable, en la que los personajes viven con resignación porque no pueden hacer nada para cambiarla, o quizás no quieran cambiarla; en Dick la alienación es porque la Realidad puede ser (es, mejor dicho) múltiple, monstruosa, puede reproducirse infinitamente.
GIROS
Giros nace a comienzos de 2021, cuando la primera etapa de una joven cuarentena ya había pasado y sólo quedaba la incertidumbre de ver el mundo desde nuestras pantallas, un mundo en el que todo tenía una fecha de vencimiento cada vez más corta. Con la convicción contraria de la inmediatez y a partir de las obras de artistas sin los contactos necesarios para participar en los grandes medios, Giros publica su primera edición en febrero de ese mismo año.
Fundada por Gonzalo Selva (estudiante de cine), a los pocos meses se incorporan al equipo Joaquín Montico Dipaul (oriundo de Ingeniero White) y Gala Semich Álvarez (Licenciada en Letras).
Después de un año y medio Giros construye una comunidad y brinda la posibilidad a escritores, periodistas, ilustradores, poetas, fotógrafos de publicar sus primeras (segundas, terceras y cuartas) obras.
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