Poema para un supuesto funeral que podría no pasar

Si me muero, espero que me reconstruyan con todos estos poemas

Espero que miren por entre mis huesos y se asqueen un poco

Espero que no puedan dejar de mirar, y que me vean con algo de terror

Espero sonreír en la esquina de esa habitación

Me di cuenta de que escribo todo lo que hago cuando estoy triste

Así que empezaré a narrar todo lo que constituye a mi ser

Incluso cuando nada me desgarra el alma

Escribiré poemas sobre absolutamente todo

Para que nadie se sienta importante cuando le dedico alguno

(A pesar de que sería correcto el sentimiento)

Escribiré con ansias una serie de poemas frenéticos:

“Poema a la caminata hasta la verdulería”

“Poema al kilo de pan que estaba duro”

“Poema a la farmacia que no me trajo los medicamentos”

“Poema al cemento”

“Poema a todos los autos que andan lento”

Escribiré poemas para todos así me disuelvo en eventos cotidianos

En parte para que se horroricen todos cuando escriba sobre sangre en las manos

Para que puedan todos sentir algo

Por lo amargo,

Por el contraste de lo extraño

Para que se sientan extraordinarios

Se salgan de sus cabales y queden pensando, recordando

Me quedan un millón y medio de poemas para escribir

Un poco más también

Ni siquiera me interesa ser buena

Solo regurgito lo que no quiero ser

Para vivir eternamente

O morir por el simple hecho de querer