Tiempo muerto
Las palabras viajan a una velocidad abrumadora siendo imposible hilarlas con claridad, sin embargo, tienen el poder de romper cualquier neblina.
ENSAYO
Amanda Mujica Portas
12/6/20233 min read
Por: Amanda Mujica Portas
Amanda Mujica Portas (Caracas, 1986) Artista visual, directora de arte y docente. Formada en cinematografía y Licenciada en Educación Universitaria para las Artes. Piensa el arte como una práctica de libertad y la imagen como un campo expandido donde las fronteras con otras disciplinas se borran. Ama las palabras. Actualmente habita la estepa patagónica.


Beso, gato, peluche, estafa, roedor, cielo, abrupto, exabrupto, desasosiego, metrallas, memoria, monkey-mono, eje financiero, temeroso, vulgar, sexual, frágil, tormentoso, Japón. Las palabras viajan a una velocidad abrumadora siendo imposible hilarlas con claridad, sin embargo, tienen el poder de romper cualquier neblina.
Voy y vengo. Papelitos se superponen en la pared blanca. Múltiples versiones disparatadas hasta dar con una definitiva: Tiempo Muerto. ¿Los paperoles de Proust o el cortar y pegar de Joyce?, califico para ambas en un acto de honor auto otorgado. Me vuelvo a atar el pelo en la mitad de un cráneo tirante. Me levanto y me como un durazno, deliciosas son las frutas de carozo: que buena época para ser una fruta en el Cono Sur. Niños juegan fútbol en el tanque, gritan gol en coro. La pared marrón de la entrada de la casa reza “Aguante el reggeton. Polaka 100% blanca cumbiera”, reliquias de identidades fugitivas. Brenda M. firmó estas palabras el día 01/12/2006, fecha en la que jamás había estado en Argentina. Marguerite Duras dice que escribir no es hablar, es callarse y aullar sin ruido, dice que todo escribe.
Mi amiga A. me contó que vive sus tiempos muertos deshabitada, que observa atentamente sin ver, que su cuerpo es una estatua cálida, una simulación humana. El tiempo es la duración de las cosas sujetas a mudanzas, mientras que estar muerto es estar muerto, ¿la muerte está vetada de cambio? ¿El tiempo muerto puede ser una mente atolondrada con la mirada fija en una nube, mientras se quema un sandwichito provocando un incendio?; ¿El tiempo muerto es circunstancia o accidente? Deleuze sugiere que cuando el espacio se encuentra desprovisto de una presencia activa, es a través de una conexión de ensueño que nos conectamos con este.
Solicitar un tiempo muerto en el baloncesto es una herramienta estratégica dentro del partido que transcurre a gran velocidad. Al solicitarlo, se otorga un minuto, en el que se pueden preparar pocas cosas. La pausa sirve para generar nuevas directrices y procurar modificaciones de actitud. El tiempo muerto busca poner orden donde había desconcierto, cambiar el ritmo y presionar al equipo contrario para generar que cometa errores fatales. Un minuto para pensar y decidir.
Marguerite Duras, fruto de un tiempo muerto, describe con delicadeza la agonía y muerte de una mosca en un restaurante vulgar donde ella esperaba a un hombre. Lo hace de una forma tan elegante que la mosca, azul y negra, parece vestida de Armani. A mi vera, hay una mosca patagónica, que se coló en mi vulgar habitación propia y la quiero matar, pero matar no puedo. Me produce inmensa repulsión el posible sonido de un bicho invertebrado aplastado sobre cualquier superficie, prefiero morir ahora mismo. La mosca tiene la soberbia de posarse en todas partes: el borde de un vaso limpio, el teclado en el que escribo, mi hombro desnudo y sobre su propio libro: Escribir. ¿Duras protege las moscas o las moscas son las protectoras de las escritoras?
El mejor tiempo muerto se vive en absoluto silencio. La belleza de no escuchar nada se genera cuando se calla todo el mundo, los vecinos duermen y la gente no habla por teléfono. Las nubes dejaron de moverse. El silencio no es fácil de conseguir y suele ser caro, pero la terrorífica capacidad de adaptación del ser humano hace que tengamos la posibilidad de encapsular cualquier sonido, pudiendo vivir tiempos muertos en todas partes, a todas horas. El silencio, real o virtual, es fundamental para que un tiempo muerto se lleve a cabo, siendo este trascendente porque es el momento en que las ideas nacen. Arroja luz cuando no sabemos que hacer.
Defendemos el tiempo muerto para descifrar las claves de lo que acontece a nuestro alrededor, pasar página y dejar la mente en blanco. Respetamos el tiempo muerto porque todo escribe y hay que darle una oportunidad. Buscamos gozar la violencia irracional del tiempo muerto hasta la última gota.
GIROS
Giros nace a comienzos de 2021, cuando la primera etapa de una joven cuarentena ya había pasado y sólo quedaba la incertidumbre de ver el mundo desde nuestras pantallas, un mundo en el que todo tenía una fecha de vencimiento cada vez más corta. Con la convicción contraria de la inmediatez y a partir de las obras de artistas sin los contactos necesarios para participar en los grandes medios, Giros publica su primera edición en febrero de ese mismo año.
Fundada por Gonzalo Selva (estudiante de cine), a los pocos meses se incorporan al equipo Joaquín Montico Dipaul (oriundo de Ingeniero White) y Gala Semich Álvarez (Licenciada en Letras).
Después de un año y medio Giros construye una comunidad y brinda la posibilidad a escritores, periodistas, ilustradores, poetas, fotógrafos de publicar sus primeras (segundas, terceras y cuartas) obras.
Giros busca ser un espacio para todo aquel que tenga algo para decir o mostrar.
El anacronismo nos convoca; el último tuit del influencer nos repele.
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